Pues nada, se acabó
la deseada feria taurina cordobesa y de la mejor manera posible: con
el personal pegando pases al salir de la plaza y con ganas de toros.
Diez días han pasado ya y todos los afortunados que asistieron a “la
tarde de Morante” no se cansan de comentar los detalles de esa
tarde histórica. Pero ¡ay amigo! Me parece a mi que como no cojamos
el coche y nos demos una escapadita en vacaciones a algún lugar en
fiestas nos quedamos sin saciar las ganas de toros hasta el año
que viene.
Algunos comentan que lo
mismo en julio nos retrotraemos en el tiempo unas décadas atrás y
en el Coso de Los Califas además ver cine en verano también podemos
disfrutar de alguna que otra becerrada. Pero lo cierto es que desde
la empresa lo único que se ha comentado ha sido la posibilidad de
celebrar en septiembre una novillada sin picadores con los
triunfadores de la feria. Habrá que verlo, porque tras las
pérdidas cosechadas en los festejos feriales, a pesar del buen
trabajo realizado, no debe estar, como se suele decir, “el horno
para bollos”. Normal.
Se me vienen ahora a la
cabeza prestigiosos empresarios taurinos, ya desaparecidos,
especialistas en apaciguar las ansias taurinas del aficionado tras
tardes de toros gloriosas. Aquel D. Pedro Balañá que en
Barcelona, en 1954, repitió hasta en 24 ocasiones a “Chamaco”
tras sucesivos triunfos en los que volvía “loca” a la gente, o,
sin irnos tan lejos, ni en el tiempo ni de lugar, a D. Antonio
Pérez-Barquero que, aquí mismo, en el Coso de Los Califas,
repitió, a las pocas semanas de celebrarse por primera vez, un mano
a mano entre “Finito de Córdoba” y “Chiquilín” tras el
éxito artístico y de taquilla obtenido ¿Quién no recuerda en
Córdoba aquellos mano a mano?
Y aquí andamos, en
junio, con un tiempo agradable, sin fútbol ni en directo ni en la
tele, y con mono de toros. Y digo yo: si siguiendo la estela de esos
empresarios se hubiese repetido a lo largo de este mes de junio el ya
famoso “Cartel del Arte”... ¿No se habría vuelto a llenar el
Coso de Los Califas compensando así las pérdidas de Ramguertauro?
¿Y si se celebrara, por ejemplo, para la festividad de la
Fuensanta y de paso se recupera a lo grande una fecha taurina para
Córdoba?
¡Qué bonito y fácil es
meterse a empresario virtual y con dinero ajeno! ;-)
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