miércoles, 2 de marzo de 2016

72 Años Soñando en Torero ¡Felicidades Bombé!



Al igual que la Iglesia Católica propone a los Santos como modelo de vida a seguir, de haber una religión propia de los aficionados prácticos taurinos, sin duda alguna, Juan Hidalgo “Bombé”, en unos años (Dios quiera que sean aún muchos) formaría parte de su propio santoral.

Y es que, hablar de Juan es hablar de campo y reses bravas, de ganaderías y tentaderos, de tapias y maletillas, de trastos y suertes. Hablar con Juan es impregnarse de amor por el toro bravo, de pasión por la Fiesta, de afición al toreo. Una afición que en Juan se desborda, se desparrama. Es la misma afición desmedida que, ya en su juventud, llevó a Juanito a saltar de espontáneo a un ruedo por primera vez con sólo 15 años. O a abandonar el hogar paterno a los 16, hatillo en mano, sin rumbo fijo pero con un objetivo claro: Ser torero.