Componen el ciclo 2 novilladas sin picadores (S25 y X29), una corrida de rejones (D26) y 3 corridas de toros (J 30, V31 y S1).
De entrada, y sin tener conocimiento de
los posible condicionantes de la empresa, hay que decir que la
estructura de esta Feria de Mayo es rara. Lejos de ser una feria
homogénea, maciza y de menos a más en cuanto a interés, con la
estructura dada ha quedado una feria dispersa y con altibajos.
El abono gira en torno a dos fines de semana. En el primero de ellos se programa una de las novilladas y la corrida del arte del rejoneo y, tras un vacío de dos días, se reanuda la serie con la otra novillada y las tres corridas de toros hasta el siguiente sábado. Extrañamente se deja el segundo domingo (día taurino por antonomasia) sin festejo mayor para dar la becerrada homenaje a la mujer cordobesa.
El abono gira en torno a dos fines de semana. En el primero de ellos se programa una de las novilladas y la corrida del arte del rejoneo y, tras un vacío de dos días, se reanuda la serie con la otra novillada y las tres corridas de toros hasta el siguiente sábado. Extrañamente se deja el segundo domingo (día taurino por antonomasia) sin festejo mayor para dar la becerrada homenaje a la mujer cordobesa.
En la coyuntura actual es comprensible desde el punto de vista empresarial la
supresión de la habitual novillada con picadores pero, precisamente por
ello, no resulta tan comprensible la inclusión en el ciclo feriado de
las dos novilladas sin picadores y la becerrada en detrimento de la homogeneidad del ciclo. La loable intención de fomentar los nuevos valores se podría llevar a cabo mediante un ciclo
de promoción en los domingos de nuestro mayo festivo previos a la feria. Se podría aprovechar de este modo el tirón turístico de esas fechas por una parte y, por otra, para los aficionados supondría un "aperitivo" preparatorio de los "platos" fuertes. Quedaría así una feria más comprimida y
compacta integrada sólo por las corridas de toros y rejoneo y concentrada en el fin de semana grande de la Feria.
Esta concentración de los espectáculos en pocas fechas (que además permitiría a aficionados llegados de otras localidades aprovechar al máximo desplazamientos y estancias) unida al incremento de la calidad de los espectáculos se antojan indispensables en los tiempos que corren (crisis y
disminución de la afición local) para que la Feria de Córdoba pase de ser un feria destinada principalmente al público cordobés a ser una “Feria Global” y así recuperar el prestigio de la feria.
Para ello, además, habría que aprovechar las ventajas que presenta Córdoba como centro de vías de comunicación (tanto por carretera como por ferrocarril) entre importantes ciudades con numerosos aficionados taurinos como son Sevilla, Málaga, Jaén y Madrid, y conjugar esta circunstancia con gestiones adecuadas en el sector servicios y turístico.
Por lo tanto, en futuras temporadas sería bueno reconsiderar la programación actual ya que una buena estructuración de la Feria resulta vital para la recuperación de la Plaza de Toros de Córdoba.
Para ello, además, habría que aprovechar las ventajas que presenta Córdoba como centro de vías de comunicación (tanto por carretera como por ferrocarril) entre importantes ciudades con numerosos aficionados taurinos como son Sevilla, Málaga, Jaén y Madrid, y conjugar esta circunstancia con gestiones adecuadas en el sector servicios y turístico.
Por lo tanto, en futuras temporadas sería bueno reconsiderar la programación actual ya que una buena estructuración de la Feria resulta vital para la recuperación de la Plaza de Toros de Córdoba.
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