Con sus
luces y sombras, tanto taurinas como extrataurinas, ya ha quedado
registrado en la historia del Coso de los Califas el festejo
extraordinario que se celebró con motivo de su cincuentenario y que
supuso, a la postre, el inicio de una nueva etapa del mismo bajo el
auspicio de la todopoderosa FIT.
De la
celebración de dicho festejo se pueden extraer dos conclusiones
positivas que destacan del resto sobremanera. A saber: Por una parte,
ha sido gratificante ver que, tal y como afirmó Pío Baroja sobre la
ciudad, la Córdoba Taurina no está muerta, sino dormida. Por
otra, ha quedado constatado que puede haber vida más allá de la
feria.
Y es
que el ver a once mil personas en los escaños del coso califal, tras
el despropósito vivido el pasado año (por no ampliar el margen
temporal en demasía), sólo puede ser motivo de satisfacción. Un
dato por si alguien tiene dudas de ello: Una entrada similar hubiese
supuesto en la vecina Maestranza sevillana un lleno de reventón, con
gente en la calle.
Queda
demostrado por lo tanto que en Córdoba hay potencial, mucha gente
que gusta de ir a los toros. Se han hecho las cosas medianamente bien
y se ha ofrecido un cartel atractivo. Y el personal ha respondido.
Alguno atribuirá gran parte del éxito a la Asociación Española
contra el Cáncer que ha tomado como suyo el acontecimiento y ha
hecho las veces de despertador taurino. Cierto. La implicación de
la sociedad cordobesa. He ahí la madre del cordero. Habrá que
buscar pues esa implicación para el resto de festejos. En el
tejido social de Córdoba el mundo peñístico tiene una gran
relevancia. Quizás haya que mirar en esa dirección.
“En
Córdoba sólo va gente a los toros en feria”. Era éste un
tópico muy manido en nuestra ciudad. Un tópico surgido quizás, de
la incapacidad de algunos para confeccionar espectáculos atractivos
y el intento de encubrir una mala gestión, justificando así
entradas paupérrimas en carteles de medio pelo. Las once mil
personas que asistieron a la corrida del cincuentenario se han
encargado de desmentirlo.
Córdoba
en patios y un cartel de lujo. Las circunstancias del cincuentenario
han revelado un cóctel genuino. Una combinación cuya inclusión en
el programa del mayo festivo sería más que deseable y debería
sentar en una misma mesa a empresa, administraciones y agencias
turísticas. Vista la respuesta de público el pasado día 9 se
impone reconvertir “La Corrida del Cincuentenario” en “La
Corrida de Los Patios” e institucionalizarla.
El
calendario taurino está salpicado de eventos taurinos
extraordinarios. Es el caso del Domingo de Resurrección sevillano,
la “Beneficencia” madrileña o la “Goyesca” de Ronda ¿Acaso,
con el transcurrir del tiempo y un buen trabajo, no podría
convertirse “La Corrida de los Patios” en un evento del mismo
calado? El reto está ahí. Sólo queda recoger el guante. Córdoba
entera, y no sólo la taurina, saldría ganando.
Hola Manolo: qué blog más currado! Llevas tiempo con él. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo