viernes, 2 de mayo de 2014

Los Califas. El Plan "C"



Pasar por Gran Vía Parque en mayo, echar una mirada al Coso de Los Califas y verlo desnudo de cartelería produce pena, mucha pena. Y al mismo tiempo vértigo, mucho vértigo. El fondo que creíamos haber tocado no es tal y, día a día, vemos, perplejos e impotentes, cómo continúa la caída libre hasta profundidades que no queremos ni imaginar.

Por acción o por omisión, cada día se escribe un capítulo nuevo de este sainete grotesco que desde hace tiempo tornó en drama. Un drama en el que el escenario del próximo acto será un juzgado. Previsiblemente en este acto habrá un desenlace que resuelva el nudo argumental. El plan “A” o el plan “B” verá luz verde. Pero no nos engañemos, será un desenlace provisional, no definitivo. El final del drama se atisba lejano y sólo se podrá alcanzar mediante un giro de 180 grados en la trama argumental y con la incorporación como actores, tanto principales como de reparto, de muchos de los que hasta ahora asistían al mismo como simples espectadores.

Los tiempos en que, desde la comodidad de su poltrona, la sociedad propietaria del coso cordobés se limitaba a extender la mano y recibir el tributo del arrendatario de turno parecen agotarse. El rosario de empresas foráneas, desconocedoras de la idiosincrasia cordobesa, que han deambulado de un tiempo a esta parte por el coso califal sin ser capaces de llenar ni el cajón ni los escaños así lo demuestra.

El modelo francés, lleno de vitalidad y futuro, está ahí para quien quiera tomar nota. Un modelo en el que los organizadores de los festejos son ayuntamientos o clubes taurinos y que implica a los aficionados en el montaje de las ferias mediante Comisiones Taurinas. Un modelo en el que son los miembros de esas comisiones quienes determinan las preferencias en cuanto a los espectáculos, quienes eligen divisas y toreros, quienes visitan las ganaderías y escogen el ganado, … delegando lo relativo a contrataciones, administración y logística en manos de un gerente profesional. El punto de vista de los aficionados de a pie contribuye a definir una personalidad propia en cada plaza y ciudad.

Quizás el futuro de los toros en Córdoba pase por ahí. Por adoptar y adaptar ese modelo a la singularidad de nuestra ciudad. Por constituirse la “Sociedad Propietaria” en “Sociedad Organizadora”. Por la creación de una “Comisión Taurina” compuesta por aficionados capaces y dispuestos a trabajar por la fiesta y por aglutinar voluntades. Por buscar un profesional con experiencia y eficiencia demostradas.

-“La Córdoba taurina está llena de chuflones” - suele decir con resignación un amigo aficionado. Algunos se mostrarán reticentes a este cambio de “sistema” precisamente por esto, por el riesgo a que la “Comisión Taurina” la conformaran personas cuya valía y capacidad dejara mucho que desear. Sin embargo, el parné puesto en juego sería el mejor garante de que la “Sociedad Organizadora” hilara muy fino a la hora de designar las personas integrantes de dicha comisión.

¿Quién mejor que la afición cordobesa para conocer sus propias apetencias, sus circunstancias, sus debilidades...? Sólo una gestión llevada a cabo en Córdoba y por personas que sienten Córdoba será capaz de satisfacer en cada momento las demandas de la afición cordobesa. Sólo con una gestión que llegue a cada rincón de Córdoba y consiga que cada aficionado sienta la feria taurina como propia se podrá salir de la sima en la que está sumida la Fiesta en Córdoba.

Sin duda este modelo de gestión entraña unas exigencias de trabajo y un riesgo económico hasta ahora impensable para la Sociedad Propietaria. Probablemente supone mucho más de lo que está dispuesta a asumir y estas cavilaciones, fruto de la impotencia de un aficionado al que le duele la situación de la Córdoba taurina, se desvanezcan sin más por los vericuetos de la red. Probablemente todo siga igual y continúe la política actual de improvisación y del parche sobre parche hasta que.... ¡Mejor no pensarlo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario