lunes, 21 de octubre de 2013

Las Orejas: ¿Billete al Olimpo o Vestigio Secular?


Termina la temporada taurina 2013. Por doquier salen balances, resúmenes, estadísticas, etc. Es la hora de recapitular. Y yo mismo me pongo a ello. ¿Qué queda en mi recuerdo después de esta temporada? ¿Qué destacaría?

Me pongo a repasar y se me vienen a la cabeza el impacto de Juli el domingo de resurrección en Sevilla, las faena y cornada de Fandiño en Madrid y su paso por Bilbao, la tarde apoteósica de Manzanares en Nimes, las salidas a hombros de Talavante en Madrid y Mérida, las actuaciones de Perera en Madrid, Bilbao , Logroño y Sevilla, Finito en Córdoba, Málaga y Zaragoza, la faena otoñal de El Cid en Las Ventas, varias tardes de Ferrera en Madrid.... pero, sin duda, para mi, ésta será la temporada de Morante de la Puebla. Y creo que no me equivoco si pienso que muchos coincidirán conmigo. Ha sido su temporada más redonda. De principio a fin de temporada ha ido dejando actuaciones antológicas tanto con el capote como con la muleta. Valencia, Sevilla, Istres, Pontevedra, Ronda, Logroño y sobre todo Córdoba han sido escenarios donde ha ejecutado efímeras obras de arte que, sin embargo, permanecerán por siempre en las memorias de los aficionados.

Pero, ahora bien, ¿es Morante el triunfador de la temporada? Me pongo a repasar los datos y, en lo que se refiere a plazas de 1ª o 2ª categoría, que son las que dan prestigio, las que más eco mediático tienen, veo lo siguiente :

 

El de la Puebla del Río sólo ha cortado 14 orejas, sólo ha hecho 3 faenas premiadas con el doble apéndice (una de ellas con el añadido del rabo) y sólo ha abierto 2 puertas grandes en toda la temporada 2013 (Córdoba y Logroño).

Queda claro que, en cuanto a estadísticas se refiere, Morante de la Puebla no es, ni de cerca, el triunfador de la temporada 2013. El que dentro de unos años mire las estadísticas de este año llegará a la conclusión de que el gran triunfador fue “El Fandi” y que para Morante ha sido una temporada muy normalita. Sin embargo, en las tertulias de aficionados, cuando se recuerde el 2013, se hablará de Morante; y de su “media” eterna en Sevilla; y del rabo de Córdoba; y del toro “inventado” de Logroño, y del par de banderillas en la silla de Ronda,... Y es que, en esto del toreo, el arte sobrepasa las frías cifras, la sensibilidad no entiende de orejas y triunfar es sinónimo de emocionar y, con el paso del tiempo, la genialidad se convierte en leyenda y lo genuino en mito.

Curiosamente, muchas de las faenas que he reseñado más arriba como destacadas de 2013 quedaron sin el premio de las orejas. Y yo me pregunto: En pleno siglo XXI ¿Qué valor tienen las orejas? ¿Sirven para algo? En otros tiempos, cortar las orejas en plazas importantes servía para ganar contratos y hacerse un hueco en carteles importantes. Estamos viendo que ya, ni eso. Y me remito a los casos, este mismo año, de Antonio Nazaré, Juan del Álamo, Alberto Aguilar, José Luis Moreno....

Entonces... si, por una parte, no sirven para calibrar la categoría de un torero, y por la otra, tienen una influencia mínima en su carrera, más allá de ser una tradición secular y de servir para proporcionar una estadística ¿Qué sentido tiene seguir concediendo orejas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario