Aunque a los aficionados no nos guste,
hay que reconocer que, poco a poco y desde hace bastantes años, la
Fiesta está sumida en un declive profundo en cuanto a público y
afición. A ello han contribuido tanto errores llevados a cabo dentro
del propio mundillo taurino (espectáculos de poca calidad a precios
muy altos, desunión y enfrentamientos entre los distintos estamentos
taurinos, etc.) como factores externos (Utilización de la Fiesta
con fines políticos y continuas campañas de desprestigio llevadas a
cabo por lobbys de presión antitaurinos con mucho eco mediático).
Si ha ello le unimos la cada día más amplia oferta de ocio, una
sociedad más urbana que rural desconocedora del mundo del toro, la
crisis económica que sufrimos de unos años acá y la falta de
autocrítica e inmovilismo de los propios taurinos podemos comprender
la situación a la que hemos llegado.
Para revertirla se hace a todas luces
necesaria una promoción de la Fiesta a distintos niveles que saque
del desconocimiento generalizado sobre la misma a la sociedad
española actual y muestre más que nunca sus esencias y atractivos,
destacando todos sus aspectos culturales.
Gracias a Dios, cada vez son más los
profesionales taurinos que están tomando conciencia de ello y se han
comenzado a dar pasos en la dirección adecuada para recuperar
aficionados y público en general y con ellos rescatar a la Fiesta en
sí. Así, hemos tenido noticias de un tentadero en clase práctica
para los niños con el Juli en Olivenza, entradas para niños gratis
en Jaén así como para estudiantes en Sevilla, abonos familiares en
Zaragoza, clases de toreo de salón por parte de Juan José Padilla
para los niños de Jerez, la realización de un spot publicitario
para los principales medios de comunicación por parte de Alejandro
Talavante...
Por la parte que a mi me afecta, en
Córdoba, la nueva empresa del Coso de Los Califas, Ramguertauro SL,
entre otras cosas, ha llevado a cabo una significativa reducción en
el precio de abonos y localidades sueltas, ha puesto en marcha una
importante campaña publicitaria con mascota incluida y ha programado
la realización de dos tentaderos a puertas abiertas con la
participación de “Finito de Córdoba” y José Luis Moreno.
Cabe esperar que estas iniciativas no
se queden ahí sino que surjan otras nuevas, que se generalicen por
otros lugares y se repitan en el tiempo. Ese es el camino para que la
afición a las corridas de toros se extienda y pueda volver a
denominarse con propiedad La Fiesta Nacional. Pero todo ello sin
olvidar lo fundamental: Que el espectáculo ofrecido en los cosos sea
de calidad. Sin esto todo lo demás será vano.
Como próximos objetivos a conseguir en
este campo de la promoción de las corridas de toros apuntaría a
unir fuerzas para gestionar de manera adecuada que de forma habitual
en los informativos de algunas de las grandes cadenas televisivas se
dé cuenta de las grandes ferias taurinas, en especial de los grandes
triunfos, no sólo cuando se produce algún percance grave.
Por último, y como ya apunté en una cavilación anterior, habría que adoptar medidas encaminadas a que
se pueda ir a los toros en familia. Abuelos, padres, madres e hijos
juntos en los toros. Es la mejor manera de crear y mantener la
afición.
Solo así, con una intensa promoción,
se conseguirá que los Toros, esta fiesta genuinamente española y
sin parangón posible, vuelva a ser un espectáculo de masas como lo
fue en su época más gloriosa.
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