Tuve ayer la oportunidad de presenciar
en directo la corrida del ciclo isidril en la plaza de Las Ventas. En
lo meramente taurino decir que fue un completo petardo ganadero. Y van...
Por lo demás todo un espectáculo el ambiente que rodea a una
corrida de campanillas en el epicentro taurino mundial. En los
tendidos la “crême de la crême” tanto taurina como
social, buenos aficionados llegados de distintos puntos de la
geografía nacional e internacional, turistas de las más variopintas
nacionalidades y otras personas de complicada adscripción. Y
luego el 7.
El tendido 7 de Las Ventas siempre ha
pretendido ser el abanderado del purismo en la Fiesta. Comparto
muchas de sus exigencias pero no sus formas. Si bien es necesario
defender la integridad de la Fiesta y manifestar el malestar por
los abusos, inhibiciones o malhacer a los que, desgraciadamente,
estamos habituados, no creo que la manera más adecuada de hacerlo
sea vociferando o mofándose mientras en el ruedo haya un astado y un
hombre jugándose la vida.