viernes, 28 de febrero de 2014

Retaurinizar la Sociedad. Labor de Todos


Aunque pueda parecer imposible hay algo en lo que coincidimos todos los aficionados taurinos: en el reconocimiento de la destaurinización de la sociedad. Quejas y lamentos, aderezados con recuerdos de otros tiempos, surgen indefectiblemente en cualquier tertulia taurina ante la perspectiva de una sociedad cada vez más urbanita. Una sociedad que ha crecido rodeada de animales que hablan, que parece ignorar que el origen de un entrecot está más allá de los expositores de un supermercado y que parece más preocupada por los “derechos” de los animales que por la vida de un niño no nacido. Una sociedad influenciada sobremanera por una televisión que en la mayoría de los casos está en manos de grupos afines al antitaurinismo.

Pero ante este panorama es habitual entre nosotros echar la culpa al empedrado y entregarnos sin más a la comodidad de la resignación como si nada pudiera hacerse. Y nada más lejos de la realidad.

lunes, 17 de febrero de 2014

Manuel Benítez "El Cordobés". El Regreso del Mito


Dicen que las leyendas, leyendas son. Hazañas gestadas por superhombres que los simples mortales elevan a la categoría de dioses. Proezas al alcance de unos pocos elegidos a los que la masa convierte en mitos. Dicen que son recuerdos de viejos que provocan ensoñaciones en los jóvenes.

De leyendas, de hazañas y de dioses, de proezas y de mitos, de recuerdos y ensoñaciones, está repleta la historia del toreo.

viernes, 7 de febrero de 2014

¡Culpables! ¿O no tanto?


A raíz del manido veto a la empresa Pagés por parte del denominado G5 de las figuras de la torería andante (asunto en el que ambas partes tienen parte de razón en el fondo pero en el que todos han errado en las formas) y la posterior sucesión de comunicados, las redes sociales se han convertido en un auténtico rosario de descalificaciones y acusaciones a los integrantes del citado grupo. Se les culpa poco menos que de ser los responsables de las siete plagas bíblicas sobre Egipto. Da la impresión de que para poder ostentar la condición de buen aficionado es condición “sine qua non” despotricar de las figuras a diestro y siniestro.