jueves, 2 de julio de 2015

Calma Chicha


Junio ya es historia. Las aguas turbulentas con las que comenzó a resultas del “no indulto” se fueron apaciguando poco a poco y la “calma chicha” se ha apoderado de la Córdoba taurina. Sin perspectiva alguna de poder volver a Los Califas hasta el próximo año el ambiente taurino de la ciudad parece haber entrado en estado de letargo con el aumento de las temperaturas.

En alguna que otra tertulia, medio de vino de por medio, se recuerdan los pretéritos festejos de promoción nocturnos en los meses veraniegos como vía alternativa para matar el gusanillo. Pero no nos engañemos, los tiempos cambian y los hábitos del personal también y, compromisos cinematográficos aparte, se antoja muy complicado llevar gente al coso de Ciudad Jardín en tiempo de parcelas y paseos marítimos. El termómetro manda. A pesar de ello no estaría de más echar una miradita Guadalquivir abajo, donde, neveras y viandas de por medio, han sabido tocar las teclas adecuadas para atraer al público al coso del Baratillo en el mes de julio con festejos de este tipo.

La abstinencia hasta la próxima primavera se antoja demasiado larga. Ni siquiera nos queda septiembre, otrora mes taurino en Córdoba, oasis donde el aficionado aplacaba su sed de toros hasta el año venidero. En un mes donde la ciudad retoma la normalidad y los termómetros se relajan algún festejo con los protagonistas más destacados de una temporada abocada a su final de seguro tendría buena acogida. Pero claro, eso supone conocimiento, esfuerzo y riesgo, y lo mismo los protagonistas elegidos no son ya los más adecuados para desempeñar ese guión.

En estas calendas veraniegas, con media España en fiestas, se recuerdan palabras que suenan más que nunca a fuegos de artificio. ¿Acaso lo más indicado para el fomento de la lectura es mantener cerradas las bibliotecas? Pues eso. Y es que ya se sabe, quien mucho abarca...

Toca travesía en el desierto y el termómetro parece confirmarlo.



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