Hace unos días,
Ramguertauro S.L. a través de su cuenta en Twitter anunció que el
taurino Julián Alonso era el nuevo gerente de la plaza de toros de
Córdoba y que se iniciaban los trabajos para dar una novillada en
Los Califas el próximo mes de Septiembre. Bienvenido sea D. Julián
Alonso y desde aquí le deseo la mejor de las suertes ya que su
acierto será mi disfrute.
Ahora bien, conociendo la
idiosincrasia cordobesa y el ambiente taurino de la ciudad (todavía un tanto sorprendido, decepcionado, enrarecido y expectante al mismo tiempo, tras la ruptura poco amistosa entre el dueño de Ramguertauro SL., el venezolano Ricardo Ramirez y su ex-gerente, el cordobés Antonio Tejero), las
dosis de suerte van a tener que ser elevadas, a más de aliñadas con
mucho, mucho trabajo.
Y para comenzar nada más,
o nada menos (cualquiera sabe), que una novillada en septiembre.
Parece ser que la intención es que sea sin montados y en el cartel
los novilleros punteros cordobeses triunfadores en la feria de mayo.
Es de agradecer que tras
5 años de sequía de festejos fuera del abono ferial se vuelva a dar
un espectáculo en septiembre. Además, por lo que conlleva de apoyo
a los nobeles me parece una apuesta loable. Sin embargo no parece que
sea la mejor forma de recuperar a la afición taurina cordobesa ni la
categoría del Coso de los Califas.
Lo primero, lo de hacer
que los cordobeses acudan a la plaza, no se consigue con una
novillada. A los datos me remito: En los últimos 20 años, tras el "boom" de "Finito" y "Chiquilín", en ninguna novillada celebrada en el
albero cordobés se ha superado el cuarto de entrada. Y no parece que
los novilleros actuales tengan de momento la capacidad de convocatoria de Juan
ni de Rafael.
Lo de recuperar “de
facto” la 1ª categoría de la plaza cordobesa se consigue a través
de festejos mayores de calidad que atraigan el interés de medios y
aficionados a nivel nacional y no es este el caso de una novillada
sin picadores.
Un dato puede servir de
pista al señor Julián Alonso sobre lo que demanda el público
cordobés a la hora de acudir al coso califal: Sólo en 2 ocasiones
se han superado los ¾ de entrada en un festejo celebrado en
septiembre en el último cuarto de siglo: el 29/9/91 con el Niño de
la Capea, Joselito y Finito de Córdoba en el cartel y el 26/9/97 con
Enrique Ponce, Chiquilín y Manuel Díaz, el Cordobés. Curiosamente
han sido los 2 únicos carteles dados en septiembre en los que
coincidieron las siguientes circunstancias: carteles de primeras
figuras rematados con un torero cordobés y a finales de mes.
¡Qué casualidad!, salvo
la fecha, la misma fórmula que llenó el Coso de los Califas en la
pasada feria de mayo y además con resultado artístico exitoso que
puso a Córdoba en primea línea de la actualidad taurina nacional ¿Y
si se repite?
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