Dos
meses hace ya que la plaza de toros de Córdoba está huérfana de
empresa arrendataria. Dos meses que no son dos sino seis, los mismos
que han transcurrido desde la suspendida rueda de prensa de
presentación de los carteles de feria 2014. Ahí se dictaminó que
la andadura de Ramguertauro S.L. por Córdoba no podía prolongarse.
No han
sido suficientes esos seis meses para que la sociedad propietaria
llegara a un acuerdo con algún empresario de garantías que se
quisiera hacer cargo de la regencia del Coso de Los Califas en las
actuales circunstancias. Un síntoma que ya de por sí da que pensar.
La cosa, hasta hace unos días, pintaba cárdeno oscuro.